martes, 2 de octubre de 2012

La reforma laboral en México y la visión neoclásica del mercado laboral mexicano

Existe en América Latina una tradición intelectual de economía que no goza actualmente de prestigio, si consideramos al “prestigio” como una noción que se articula con la idea de “eficiencia”. Me refiero a la tradición intelectual del pensamiento económico de Raúl Prebish. Pues bien, comentaristas, la clase empresarial, la coalición legislativa del PAN y el PRI y el gobierno saliente de Felipe Calderón, le apuestan a un mercado laboral en donde el principio fundamental sea la “eficiencia”, noción propia de la teoría neoclásica de economía. En el tema del outsourcing se concibe al trabajador mexicano exclusivamente como un factor de producción desprovisto de derechos sociales -no me refiero a la concepción precaria de “derechos sociales” como se conciben en lo general en dicha reforma- cabe preguntarse entonces ¿Por qué esta reforma laboral no va acompañada de otras reformas fundamentales como el de la seguridad social y la de política social?


La concepción de esta reforma laboral está anclada en una concepción neoclásica del mercado del trabajo, en donde si se dejan factores sociales constantes vendrá por sí misma la productividad en el país. Los resultados ya los conocemos por años de políticas públicas ancladas en las premisas neoclásicas de la eficiencia y la idea de que el mercado solucionará el grave e inhumano tema de la pobreza. En este contexto, cobra sentido la crítica valiosa de Raúl Prebish, en un ensayo de 1978 titulado Notas sobre el desarrollo del capitalismo periférico, escribe Prebish:


“Las afirmaciones que acabo de formular me obligan a exponer claramente mi pensamiento acerca del capitalismo periférico y su articulación de los centros. Declaro ante todo que al interpretar estos fenómenos me he emancipado por completo de las teorías económicas convencionales, especialmente las teorías neoclásicas, que han rebrotado con vigor en América Latina y en algunos países tienen gran influencia en la política económica”.


Leyendo a Raúl Prebish me temo que la actual reforma laboral que aguarda en el Congreso, al no concebir el trabajo como un derecho social en su concepción más plena de derecho humano, generará un problema sociológico: el malestar social de la sociedad mexicana. Cuando los téntaculos de la eficiencia abrazan distintas esferas de la actividad económica sin considerar el contexto social, se tiene una óptica limitada y burda de la realidad social.

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