martes, 11 de septiembre de 2012

Christopher Domínguez Michael, el ensayista político


Fotografía: Milenio

Noé Hernández Cortez*

Para mí Christopher Domínguez Michael pertenece a la tradición de los ensayistas políticos mexicanos, y creo como bien observó en su momento el poeta Aurelio Asiain que Domínguez Michael tiene la vocación de un historiador de las ideas, lugar que me atrevería a decir se ha ganado a pulso con su obra publicada. Un ensayista no tiene ideas fijas y definitivas, explora y descubre nuevos territorios de interrogaciones, en ese sentido Domínguez Michael ha explorado los intricados caminos de nuestra incipiente y frágil democracia mexicana, como bien lo ha trazado en su último ensayo político El horror a la restauración (Letras Libres, núm. 164, 2012).

Domínguez Michael no se ha asumido como un historiador profesional, ante todo defiende su vocación de crítico literario, si él compara en El horror a la restauración al PRI de nuestros días con la Francia de la Restauración nos presenta argumentos históricos suficientes para que el ensayista, haciendo uso de la analogía histórica, nos presente un modelo político de la restauración política para "comprender" el regreso del PRI al poder. Octavio Paz en Hora cumplida (1929-1985) escribe la siguiente analogía histórica: “Mi comparación entre el emperador Augusto y el general Calles parece traída por los cabellos…Pero mi comparación entre el romano y el sonorense no es enteramente caprichosa. Como Augusto después de tantos años de guerras civiles y del asesinato de Julio César, el general Calles, tras la muerte violenta del caudillo Obregón, buscó una solución que fuese aun tiempo política e institucional…” (Vuelta, núm. 103,1985). Aquí Paz, al igual que Domínguez, hace uso de la analogía histórica para articular su discurso de reflexión política sobre la naturaleza compleja del PRI, Paz y Domínguez no escriben como historiadores profesionales, sino más bien como los ensayistas políticos que son.

En ese sentido, no es casual que el historiador británico David Brading le haya dedicado las siguientes líneas a la obra de Domínguez Michael, en específico de su libro Vida de Fray Servando: “…Hoy, finalmente, en Vida de Fray Servando, de Christopher Domínguez Michael, contamos con un retrato plenamente logrado, majestuoso, de este hombre extraordinario. Este logro resulta por demás sorprendente si consideramos lo exigua que es la tradición biográfica mexicana. No obstante, encontramos aquí un recuento sustancial de ‘vida y época’, acompañado de todo el atavío de un estudio académico, es decir, numerosas notas, una cronología, bibliografía útil y un índice. Al parecer, Domínguez Michael ha leído cada palabra publicada por Mier y prácticamente todo artículo y todo libro que se ha escrito sobre el padre. Pero esta erudición esforzada no ha oscurecido la habilidad literaria de Domínguez Michael, y el resultado es una evocación brillante de uno de los mexicanos más fascinantes que han agraciado jamás esta tierra. La narrativa es tan absorbente, y las escenas que se presentan son tan diversas y se encuentran tan ricamente coloreadas, que me mantuvieron fascinado durante buena parte de los tres días que le dediqué a la obra.”(Letras Libres, junio, 2005).

Tocqueville observó en La democracia en América que justamente la fuerza de la democracia radicaba en las distintas voces provenientes de la sociedad civil, así la voz de Domínguez Michael es una voz más -de la cual por supuesto podemos disentir o simpatizar- en nuestra incipiente democracia, y lo más significativo para mí es que es una voz que proviene de una lectura de la historia para insertarse de manera inteligente en lo que hoy llamamos análisis político. Si cierta izquierda mexicana denuesta la reflexión política de Domínguez Michael es porque está encerrada en ideas fijas y definitivas, algo ajeno por su supuesto al crítico literario Domínguez Michael.


Ciudad de México, a 11 de septiembre de 2012



* Noé Hernández Cortez es Doctor de Investigación en Ciencias Sociales con especialidad en Ciencia Política por FLACSO, Sede México. E-mail: noe.hernandez@flacso.edu.mx; noe.hernandezcortez@gmail.com.



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