Noé Hernández Cortez
El profesor William H. Riker es una de las personalidades intelectuales más atractivas en el mundo de la Ciencia Política. Sus investigaciones fundamentaron dos campos de investigación fructíferos en la intersección entre economía y ciencia política, me refiero a la Teoría de la Elección Pública y la Teoría Política Positiva. En sus trabajos iniciales de carácter metodológico se observa la influencia de la filosofía analítica de Bertrand Russell. Desafortunadamente los estudiosos de su obra como son Maske y Durden (2003), McLean (2002); Bueno de Mesquita y Shepsle (2001) y Amadeo y Bueno de Mesquita (1999), han descuidado esta influencia significativa, de lo que será el modelo de pensamiento en Riker para verificar las proposiciones en las pruebas empíricas del comportamiento de los actores políticos. No hay que pasar por alto que Riker, al igual que Spinoza con la conducta moral del hombre, aspiraba a una Ciencia Política capaz de analizar científicamente la conducta y los procesos políticos.
Similar a los historiadores clásicos como Tucídides y Plutarco, Riker le daba suma importancia a los actores estratégicos que construyen la historia, que cambian el derrotero de la misma, que en su área de estudio se traducía en los juegos estratégicos de manipulación y persuasión retórica entre los legisladores del Congreso de los Estados Unidos. Riker pensaba que los eventos singulares de la historia legislativa de los Estados Unidos podían aportar lecciones importantes a la actualidad política de su país, concepción similar a la del historiador Tucídides quien concebía a la historia como un “laboratorio” de lecciones del pasado para el futuro.
Ciudad de México, a 25 de noviembre de 2011.
POST EN DOCUMENTO:William H. Riker, eventos e historia.
1 comentario:
Excelente post! Me gustó mucho... corto y al pié del centrodelantero, como un pase de esos enganches con talento.
PD. Sacá el verificador de palabras para los comentarios...
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