El filósofo político de la Universidad de Harvard Michael Sandel a partir de la publicación de su libro What Money Can´t Buy: The Moral Limits of Markets, ha provocado un debate público sobre las ideas de "eficiencia" y "mercado" propio de la economía, pues estos conceptos han invadido temas propio del razonamiento moral, así si atendemos el discurso de políticos, analistas y tomadores de decisiones éste está articulado por un lenguaje tecnocrático.
En un artículo reciente de Michael Sandel publicado en la revista Prospect, con un título provocativo If I ruled the world: Michael Sandel (Si gobernara el mundo: Michael Sandel), el filósofo reflexiona sobre la erosión que ha provocado en la plaza pública un lenguaje economicista, tecnocrático en temas cruciales de la moral. La economía con su lenguaje de "incentivos" para explicar la conducta "maximizadora" de los individuos en temas como el mercado de venta de órganos humanos o bien en programas educativos en donde se paga para leer libros, secan la imaginación moral y política del debate público.
Michael Sandel no se propone dar un recetario sobre cómo gobernar al mundo, sino más bien criticar la omnipresencia de la visión economicista que invade la agenda de discusión de temas sociales, morales y políticos. Sandel traza un regreso a los clásicos como Adam Smith, Carlos Marx y John Stuart Mill quienes concebían a la economía como un subcampo de la esfera moral. Las políticas públicas no se construyen por "incentivos", sino más bien por deliberación, persuasión discursiva, pues de lo contrario el discurso económico erosiona el núcleo mismo de la democracia: la imaginación moral y política.
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